Qué año copado

Se nos va un 2023 cargado de sensaciones extraordinarias, de sucesos históricos y emblemáticos; imborrables. Lógico, como todo año, siempre existen puntos por corregir a futuro.

DANTE LEONANGELI / LA FIESTA DEL FUTBOL

A la hora del balance, del repaso, desde lo futbolístico estamos en condiciones de decir: Qué año copado fue 2023.

Con la cabeza fría, transcurriendo las últimas horas de otros 365 días que formaron parte de nuestra rutina, merece este año ésa calificación.

De gurises abrazamos una pelota y nos aferramos a sueños que este 2023 convirtió en sucesos reales e imborrables.

Seas o no hincha de Patronato, tengas o no cuna futbolera, que la ciudad, la provincia haya cobijado una Copa Libertadores, no tiene precio.

Y así prácticamente comenzamos a recorrer el calendario, con tamaño certamen internacional recibiendo con los brazos abiertos al Negro de calle Grella.

Encima de yapa, goleando de local a Melgar de Perú, conquistando un triunfazo en un estadio colombiano como el Atanasio Girardot de Medellín; escenario de emblemáticas luchas futboleras continentales.

Pero claro, y más allá de los errores o pésimas decisiones que se tomaron con el campo de juego del Grella, también Villa Sarmiento recibió la Sudamericana.

Otra Copa, otro monstruo del continente pisando suelo entrerriano como lo fue Botafogo de Brasil. Siguió su recorrido 2023, continuaba regalando momentos inolvidables.

LA LIGA, EL MOTOR DE LOS CLUBES

Qué año copado; sí, como no calificarlo de esa manera, como no regocijarnos quienes amamos este deporte con todo lo vivido.

Porque también y en forma paralela, este año copado a nivel doméstico siguió brindando muy buenos momentos:

Una Liga Paranaense distinta, innovadora, mostrando permanentes cambios; con muchos aciertos, y también buscando corregir falencias propias que generó un abultado calendario.

Un año para la LPF con clubes y equipos en gran crecimiento: Ministerio, Don Bosco, Palermo, Oro Verde, Atlético Neuquen, Peñarol, Instituto, Sportivo; más allá del buen andar de Belgrano.

Recuperando a Patronato en el ámbito local; con lo importante que es reeditar esos viejos clásicos, partidos de grandes recuerdos.

Qué año copado. Porque el fútbol femenino no detiene su andar, sus ganas de progresar; y en eso son espejos para el resto un San Benito multicampeón, y un Arenas FC que no para de trabajar y crecer.

Y ni hablar los más chicos, con un torneo Promesas que los tuvo fin de semana tras fin de semana detrás de una pelota.

O el fútbol playa, con protagonismo a nivel nacional.

Además, marcando fuerte presencia dirigencial de la mano de Alejandro Schneider, logrando que el Consejo Federal tenga una oficina en Paraná.

MÀS MOMENTOS POSITIVOS

Puntos destacados: el fútbol amateur y sus Ligas emblemas; el que no para de sumar protagonistas en cada torneo, con selecciones paranaenses jugando en el país.

Mostrando a nivel nacional un sentido desde la organización que marca a Paraná como una plaza insignia para tremendo movimiento.

Qué año copado. Porque prácticamente en el tramo final nos encontramos con un Regional Amateur de muy buen nivel. Fuimos testigos con La Fiesta del Fútbol.

Claro, hay una apuesta enorme desde Atlético Paraná y Belgrano; son grandes protagonistas, y le quieren devolver en el 2024 a la ciudad la plaza de Federal A.

Por supuesto que no todo fue color de rosa. Lógico, como todo año calendario hay momentos puntuales que no dejan ver el vaso del todo lleno.

Y lo primero que surge es pensar en Patronato; en su regreso nada fortuito a la Primera Nacional.

Claro, al ser el Rojinegro hoy es el máximo representante a nivel nacional, generó la ilusión de volver en forma rápida a Liga Profesional, pero no pudo ser.

Por eso esa mezcla rara de sensaciones con Patrón: regalarle la histórica chance a la ciudad y a la provincia de ser de Copas; pero no ser protagonista como se merece en el otro torneo.

Igualmente, qué año copado; como no despedirlo desde lo futbolístico con el mayor agradecimiento, nos regaló grandes momentos.

Ya lo dijo Fito Páez en uno de sus tantos emblemáticos temas: «Hay recuerdos que no voy a borrar, personas que no voy a olvidar, aromas que me quiero llevar».

Qué año copado. Sí, fue bárbaro; a pesar de algún punto negativo que siempre deja enseñanzas para corregir a futuro.

Qué año copado. Así lo sentimos quienes nacimos con la pelota de cuero bajo el brazo; así lo sentimos quienes hacemos día a día La Fiesta del Fútbol.

FOTOS: La Fiesta del Fútbol

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